30 marzo, 2006

Primer día de Jardín

Las manitos todavía dulces de abrazar a mamá.
Caminitos de aroma de miel que seguías por las mañanas
de tus sueños en cama pequeña al desayuno con tostadas.
Triste Bambi sin final feliz,
qué no darían por verte sonreír.


Te extrañan tus muñecas sobre su caja de música,
tu abreviada niñez se marchó con las golondrinas.
Se hace otoño y con buzo de espinitas te abrigan tus madrinas
Te acurrucas en la almohada,
sombra fría, noche helada.


Crece Victoria, crece en la casa de Lebbos
vocación de miedo, esculpida del hielo,
y agua tibia de dólar para tu sed sin nombre
No habías notado las sucias garras de los hombres.


¿A dónde vas cuando la escondida no es un juego?
Ratita arisca del marzo de sombras,
pequeña aprendiz de la escuela de sangre
¿Por qué los extraños tienen las manos tan grandes?


Cuidado, Victoria, cuidado,
son para agarrarte mejor.




















Deshoje de otoño