19 abril, 2006

Anti-todavías

Casablanca y con un brindis
con copa de plástico sellada
por el lápiz de labios de quien no quiso
jugar a ser tu primera dama.
De noche, vuelta y vuelta en la cama,
te corta tu espada, atormenta granizo.

Soldaditos de plomo de ayer
con mordisco en la memoria.
Ahmadinejad, más que perro cuanto ladre,
no apuesto el mundo a un proverbio.
Pelearon uranios, petróleos y serbios;
Aquí falta un tirón de oreja de madre.

Sorbo de alquitrán, orgullo de papá,
les sobra un sillón y una mano en el mentón
cuando sueñan con la historia de mañana:
El bueno, el malo y la población.

Ataque y defensa, desde la línea del triple
se prepara a lanzar una ojiva,
la multitud grita enardecida.
Cero a cero, y no queda quién silbe.

Por la causa, por mi pena, por media libertad.
Dicen que pega fuerte por el oro negro, la fiebre.
Por mis amores, por mí, por mi gente,
y por gato, liebre.

















Sombras del sol

1 comentario:

Ilde Diez dijo...

Me gusta mas cuando escribis desde "yo" para "adentro" que desde la novelización de la primera página del diario. igual quedo bonito!
un abrazo