Decían los diarios que andaba Dios mezquino de milagros.
Pero en la vereda de la nada, entre baldozas de cal
llegaste a descubrir dos, escondidos en el tambor
de un revólver gatillado.
No abras la boca que se te escapa el alma;
que el miedo que te apaga se espante
con el vértigo al infinito.
Mira, pequeña, al fuego con tu placa,
que el sudor frío de tu piel
es moneda corriente
en el vuelto de tus pagarés.
La muerte se subió a la moda
y anda muy oronda repartiendo muestras gratis.
(Mama take this badge from me)
Desde hoy y para tu siempre,
(I can`t use it anymore)
los árboles de las esquinas
(It`s getting dark, too dark to see)
te silbarán con el viento la favorita de Bob Dylan.
(Feels like I`m knocking on Heaven`s door)
29 diciembre, 2006
01 septiembre, 2006
Bitácoras - del árbol más triste del mundo
Sostenido a raíz de la esquina se deshoja de a estíos
el naranjo de Santa Fe y Laprida.
Bajo los cables descolgados de la funeraria
los náufragos reunidos se convidan sus pañuelos
que saben a nidos vacíos.
Y sobre el cantero de viejos ladrillos,
los más amargos cigarrillos;
Bocanada de nudo, celda y algo de humo,
y un pedacito de vida que se eleva, que se va
entre la reja frágil del resoplido.
Y ya es de noche infinita adentro del cofre
recién barnizado al otro lado de la pared,
la pared del tiempo irreplegable,
donde descansa acostada la historia ajena
donde los secretos se disuelven como arena
donde las lágrimas cortan a filo de sable.
El árbol les enseña a marchitarse y aquellas palabras
que cuentan las cicatrices de su corteza
se desvanecen en la nada
como los labios que a nadie besan.
Cuántas tristezas dispersas por el mundo...
Como las de las piedras que nunca volverán al mar
Como las de este naranjo de vereda
que sólo conoce lo que a su sombra sollozan
los náufragos de una vida, muertos de pena.
el naranjo de Santa Fe y Laprida.
Bajo los cables descolgados de la funeraria
los náufragos reunidos se convidan sus pañuelos
que saben a nidos vacíos.
Y sobre el cantero de viejos ladrillos,
los más amargos cigarrillos;
Bocanada de nudo, celda y algo de humo,
y un pedacito de vida que se eleva, que se va
entre la reja frágil del resoplido.
Y ya es de noche infinita adentro del cofre
recién barnizado al otro lado de la pared,
la pared del tiempo irreplegable,
donde descansa acostada la historia ajena
donde los secretos se disuelven como arena
donde las lágrimas cortan a filo de sable.
El árbol les enseña a marchitarse y aquellas palabras
que cuentan las cicatrices de su corteza
se desvanecen en la nada
como los labios que a nadie besan.
Cuántas tristezas dispersas por el mundo...
Como las de las piedras que nunca volverán al mar
Como las de este naranjo de vereda
que sólo conoce lo que a su sombra sollozan
los náufragos de una vida, muertos de pena.
02 agosto, 2006
A la espera en un puerto de playa
Debe doler verse los años saltando como pulgas desde las arrugas de las manos. Si vienen de estrechar gente grande, de las venias bajo el sol, de compartir los habanos, de hasta siempre comandante…
Debe doler el miedo a que tanta lucha haya sido en vano.
Debe doler la mañana en el espejo, que amanece más opaco porque ahí se cuelan de noche los rostros de amigos en vela. ¿Con qué estrategia se subieron a la frente esos lunares?
Debe doler el campo de batalla tan inclinado por la vejez.
Y cómo debe doler el uniforme colgado, al cerrar los ojos y acostar un cuerpo que ya no responde como comandabas...
Se nos va la vida entre los dedos, como el agua, como arena fina.
Te nos vas, Fidel, te nos vas; como si sobraran en este mundo los hombres de alma y hueso.
Relojes que esperan
Debe doler el miedo a que tanta lucha haya sido en vano.
Debe doler la mañana en el espejo, que amanece más opaco porque ahí se cuelan de noche los rostros de amigos en vela. ¿Con qué estrategia se subieron a la frente esos lunares?
Debe doler el campo de batalla tan inclinado por la vejez.
Y cómo debe doler el uniforme colgado, al cerrar los ojos y acostar un cuerpo que ya no responde como comandabas...
Se nos va la vida entre los dedos, como el agua, como arena fina.
Te nos vas, Fidel, te nos vas; como si sobraran en este mundo los hombres de alma y hueso.
Relojes que esperan
30 junio, 2006
Gente grande
La puerta de latón blanco se cerró cuando el Primer Delegado de la Corte Penal Provincial entró al baño. Entre la densa nube de humo que quedó encerrada pudo distinguir el ojo rojo de un cigarrillo y la mano del Licenciado en Artes Plásticas Pre-cubista, que estrechó con un saludo respetuoso. Riéndose detrás, el Doctor Gerente de Comisiones de Cirujanos Cardíacos escribía en un azulejo frente al inodoro con su Lapicera Roller-Cross Montblanc: "Vigilante Botón".
-¿Se acuerda cuando nos amonestaron por soltar un pollo en la oficina del director?-, preguntó con arrugada sonrisa el Abogado del Servicio de Justicia Militar, tras soltar su bocanada de humo.
La puerta volvió a abrirse, esta vez menos ruidosa, donde se asomaba la cabeza del Coordinador General de Asuntos Internacionales y Relaciones Parlamentarias:
¡Cigarrillos al cenicero muchachos, que viene la policía!
Como si hubiesen roto de un pelotazo el vidrio de la vecina, los prestigiosos profesionales corren a sentarse frente a sus cafés, y a silbar la melodía de ayer.
Julio de nones
-¿Se acuerda cuando nos amonestaron por soltar un pollo en la oficina del director?-, preguntó con arrugada sonrisa el Abogado del Servicio de Justicia Militar, tras soltar su bocanada de humo.
La puerta volvió a abrirse, esta vez menos ruidosa, donde se asomaba la cabeza del Coordinador General de Asuntos Internacionales y Relaciones Parlamentarias:
¡Cigarrillos al cenicero muchachos, que viene la policía!
Como si hubiesen roto de un pelotazo el vidrio de la vecina, los prestigiosos profesionales corren a sentarse frente a sus cafés, y a silbar la melodía de ayer.
Julio de nones
19 junio, 2006
Jugar de visitante
Sonaban las cornetas de la fiesta y yo tan sola caminando por el medio
el gentío azul de las pasiones blancas y los himnos reciclados de un domingo,
cuando en la 9 de julio hacían su nido, con banderas que nadaban como peces
los hombres de pasiones breves, que no entendían mi aficción a tus dominios.
y la noche se pasó del todo consumiendo las seis vueltas de permiso
y al equipo le quedó la gloria de seis goles marcados como ecos
pero Riquelme en su cama cuando duerme, no huele a vainillas por tus besos.
Harley Q
el gentío azul de las pasiones blancas y los himnos reciclados de un domingo,
cuando en la 9 de julio hacían su nido, con banderas que nadaban como peces
los hombres de pasiones breves, que no entendían mi aficción a tus dominios.
y la noche se pasó del todo consumiendo las seis vueltas de permiso
y al equipo le quedó la gloria de seis goles marcados como ecos
pero Riquelme en su cama cuando duerme, no huele a vainillas por tus besos.
Harley Q
08 junio, 2006
Círculo de crayón pantano
Por correr entre el filo de los dientes
de una boca de pantano,
con el cero en conducta y las cuatro paredes
pisando tus talones valientes.
Por negarte al hoy tal cual ayer,
por no crecer canas porque sí,
por subrayar con rojo en tus memorias…
Admiran tu último instante de gloria,
almita mártir de la emoción de vivir,
sonámbulos de porvenir sin historia.
¡Qué atrasados están los relojes!
Sacar un opaco boleto capicúa
es para muchos la más alta aventura.
Oscuridad, Junio
de una boca de pantano,
con el cero en conducta y las cuatro paredes
pisando tus talones valientes.
Por negarte al hoy tal cual ayer,
por no crecer canas porque sí,
por subrayar con rojo en tus memorias…
Admiran tu último instante de gloria,
almita mártir de la emoción de vivir,
sonámbulos de porvenir sin historia.
¡Qué atrasados están los relojes!
Sacar un opaco boleto capicúa
es para muchos la más alta aventura.
Oscuridad, Junio
27 abril, 2006
Te vi las tetas, Libertad
19 abril, 2006
Anti-todavías
Casablanca y con un brindis
con copa de plástico sellada
por el lápiz de labios de quien no quiso
jugar a ser tu primera dama.
De noche, vuelta y vuelta en la cama,
te corta tu espada, atormenta granizo.
Soldaditos de plomo de ayer
con mordisco en la memoria.
Ahmadinejad, más que perro cuanto ladre,
no apuesto el mundo a un proverbio.
Pelearon uranios, petróleos y serbios;
Aquí falta un tirón de oreja de madre.
Sorbo de alquitrán, orgullo de papá,
les sobra un sillón y una mano en el mentón
cuando sueñan con la historia de mañana:
El bueno, el malo y la población.
Ataque y defensa, desde la línea del triple
se prepara a lanzar una ojiva,
la multitud grita enardecida.
Cero a cero, y no queda quién silbe.
Por la causa, por mi pena, por media libertad.
Dicen que pega fuerte por el oro negro, la fiebre.
Por mis amores, por mí, por mi gente,
y por gato, liebre.
Sombras del sol
con copa de plástico sellada
por el lápiz de labios de quien no quiso
jugar a ser tu primera dama.
De noche, vuelta y vuelta en la cama,
te corta tu espada, atormenta granizo.
Soldaditos de plomo de ayer
con mordisco en la memoria.
Ahmadinejad, más que perro cuanto ladre,
no apuesto el mundo a un proverbio.
Pelearon uranios, petróleos y serbios;
Aquí falta un tirón de oreja de madre.
Sorbo de alquitrán, orgullo de papá,
les sobra un sillón y una mano en el mentón
cuando sueñan con la historia de mañana:
El bueno, el malo y la población.
Ataque y defensa, desde la línea del triple
se prepara a lanzar una ojiva,
la multitud grita enardecida.
Cero a cero, y no queda quién silbe.
Por la causa, por mi pena, por media libertad.
Dicen que pega fuerte por el oro negro, la fiebre.
Por mis amores, por mí, por mi gente,
y por gato, liebre.
Sombras del sol
30 marzo, 2006
Primer día de Jardín
Las manitos todavía dulces de abrazar a mamá.
Caminitos de aroma de miel que seguías por las mañanas
de tus sueños en cama pequeña al desayuno con tostadas.
Triste Bambi sin final feliz,
qué no darían por verte sonreír.
Te extrañan tus muñecas sobre su caja de música,
tu abreviada niñez se marchó con las golondrinas.
Se hace otoño y con buzo de espinitas te abrigan tus madrinas
Te acurrucas en la almohada,
sombra fría, noche helada.
Crece Victoria, crece en la casa de Lebbos
vocación de miedo, esculpida del hielo,
y agua tibia de dólar para tu sed sin nombre
No habías notado las sucias garras de los hombres.
¿A dónde vas cuando la escondida no es un juego?
Ratita arisca del marzo de sombras,
pequeña aprendiz de la escuela de sangre
¿Por qué los extraños tienen las manos tan grandes?
Cuidado, Victoria, cuidado,
son para agarrarte mejor.
Deshoje de otoño
Caminitos de aroma de miel que seguías por las mañanas
de tus sueños en cama pequeña al desayuno con tostadas.
Triste Bambi sin final feliz,
qué no darían por verte sonreír.
Te extrañan tus muñecas sobre su caja de música,
tu abreviada niñez se marchó con las golondrinas.
Se hace otoño y con buzo de espinitas te abrigan tus madrinas
Te acurrucas en la almohada,
sombra fría, noche helada.
Crece Victoria, crece en la casa de Lebbos
vocación de miedo, esculpida del hielo,
y agua tibia de dólar para tu sed sin nombre
No habías notado las sucias garras de los hombres.
¿A dónde vas cuando la escondida no es un juego?
Ratita arisca del marzo de sombras,
pequeña aprendiz de la escuela de sangre
¿Por qué los extraños tienen las manos tan grandes?
Cuidado, Victoria, cuidado,
son para agarrarte mejor.
Deshoje de otoño
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